El 22 de septiembre 2019 nació el hijo que nunca hubiera imaginado tener. Se llama Morgan, y desde pequeño tendrá la oportunidad de navegar, nadar, y relacionarse con el mar. Creciendo sabrá si quiere seguir la ruta de sus padres, o si prefiere quedarse en tierra firme… será su elección, pero al menos habrá tenido esa oportunidad. De hecho podría presumir de alguna pequeña navegación oceánica estando todavía en la barriga de su madre…
En fin, a la semana de salir del hospital, Morgan me acompañó a saludar a la tripulación del Tara, que justo estaba de paso por Barcelona cinco años después de su anterior visita… O sea que el primer barco al que se subió el pequeño chupateta fue nada menos que la mítica goeleta científica diseñada por Luc Buovet y Olivier Petit! Seguramente es de buen auspicio…
Pero su verdadero bautizo de la vela fue una espléndida jornada de febrero, cuando salimos a disfrutar de la brisa a bordo del Pharos de Dany e Susana. Con a penas 5 meses, Morgan disfrutó mucho de sus primeros bordos, y como se puede apreciar en la foto de arriba, desempeñó con esmero el puesto de timonel…