Después de llevarme a casa la mayor para coser un refuerzo a la altura del primer patín, volvimos a salir a bordo del Evasion: esta vez sólo éramos yo y Nora, mi fiel grumeta de estos días… Fue una jornada ideal, aún que de viento hubo el mínimo sindical (suficiente sin embargo para una masterclass…) Hicimos 6 millas de ceñida en 3 horas, luego una hora de spinnaker filando a 5 nuditos, y un bordo de través de otras 4 millas para volver clavados en la bocana del Port Olimpic. Una pasada! Lástima que el génova está en reparación, porque el foque con viento flojo se queda bastante corto.